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El Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se caracteriza por la dificultad para mantener la atención, la presencia de impulsividad y un aumento en la actividad motora que puede presentarse como una sensación constante de inquietud e imposibilidad de relajarse. Existen tres subtipos de TDAH, predominantemente desatento, predominante hiperactivo/impulsivo y el subtipo combinado. En Estados Unidos la prevalencia del trastorno es del 4 al 6% (entre 8 y 9 millones de adultos) y según la Organización Mundial de la Salud más del 4% de la población mundial tiene TDAH.

Las causas de este trastorno parecen ser principalmente genéticas, aunque el estrés ambiental y los tratamientos interdisciplinarios pueden modificar (en forma negativa o positiva) la aparición y la gravedad de los síntomas. Los síntomas del TDAH se pueden manifestar en la primera infancia, aunque con frecuencia no son evidentes hasta que la persona se enfrenta a los retos de la adolescencia o la edad adulta.

¿Cómo identificar si tu hijo tiene TDAH?

Sabemos que ocurre en el 3-8% de los niños en edad escolar y es frecuente ver el inicio antes de los siete años de edad y que continúa a lo largo de la vida. Del total de los niños diagnosticados con TDAH el 30-40% presentan algún familiar que ha sido tratado por el trastorno o que presenta algunas características de diversa intensidad del mismo trastorno.

Es importante conocer las características propias del cuadro y saber que es muy frecuente que vaya asociado a otros trastornos psiquiátricos (como episodios depresivos o trastornos de conducta, por ej.)

Algunas señales de alerta a tener en cuenta son:

• Dificultad para prestar atención, distracción fácil 
• Falta de atención en los detalles, errores en las tareas por descuido y desprolijidad 
• Pérdida de los útiles escolares y olvidos a la hora de entregar la tarea 
• No terminar los trabajos escolares
• No se organizan en sus trabajos y actividades 
• Dificultad para escuchar 
• Dificultad para llevar a cabo órdenes de los adultos 
• Poca capacidad para esperar su turno e impaciencia
• Inquietud: no puede quedarse sentado, corre o trepa de manera excesiva 
• Impresión de que siempre tiene que estar haciendo algo 
• Dificultad para jugar tranquilo y callado 
• Habla excesiva 
• Interrupciones frecuentes en las conversaciones de otros.

“Los chicos con TDA/H tienen un buen nivel intelectual y es un trastorno del rendimiento (performance) y no del conocimiento de habilidades”, explica la Dra. Ana Beraudi, psiquiatra del Departamento Infantojuvenil de INECO. La profesional remarca que en general los chicos que padecen este trastorno suelen atrasarse en sus estudios o tener relaciones interpersonales difíciles lo que genera una suma de fracasos y una frustración constante.

“Es muy importante que los padres aprendan a manejar la conducta de su hijo utilizando diversas técnicas eficaces en el tratamiento del TDAH además de un tratamiento al niño con procedimientos conductuales, de autocontrol de la rabia y autoinstruccionales”, sostiene la Dra. Beraudi

TDAH en la adultez

Hasta un 70 % de los niños con TDAH continúan presentando síntomas a lo largo de toda su vida y estos se manifiestan mediante el deterioro en distintas áreas: olvidos, desorden, llegadas tarde, pérdidas de objetos, mal manejo del dinero, fracaso académico, rendimiento laboral errático, falta de crecimiento profesional. En lo interpersonal, suelen aparecer relaciones tormentosas o cambiantes.

“El TDAH, es un trastorno que aumenta considerablemente el riesgo de que una persona presente problemas cognitivos adicionales a lo largo de su vida por ejemplo en funciones como la atención y la memoria”, alerta la Dr. Mirta Romalde, especialista del Departamento de Neuropsiquiatría de INECO. Además, la profesional aclara que es indispensable la evaluación de las patologías que frecuentemente se asocian al TDAH, como los trastornos de ansiedad, problemas para la regulación emocional, depresión, trastorno bipolar, trastorno por consumo de sustancias y de personalidad y agrega que en general la aparición de estos trastornos aumenta con la edad.

Cómo es el tratamiento para el TDAH

La Dra. Alicia Lischinsky, Directora del Departamento de Neuropsiquiatría de INECO explica que el abordaje de este tipo de trastornos siempre de ser en conjunto con los pacientes y familiares tanto en el área clínica como en investigación generando en forma continua nuevos abordajes para la patología. “Se diseñan tratamientos integrales (farmacológicos y no farmacológicos) así como también herramientas para el manejo de las situaciones que puedan surgir en cada etapa de la vida”, despliega la Dra.

Orientación Vocacional Profesional, Mindfulness y Musicoterapia para el TDAH

La Lic. Agostina Ciampa, Terapista Ocupacional de INECO trabaja a diario con personas que sufren este trastorno, desde su área se busca orientar vocacional y ocupacionalmente a estos pacientes que pueden llegar a tener dificultades en el aprendizaje y desempeño de actividades productivas, por lo cual son frecuentes las repitencias, abandono de carreras y cambios de trabajo. “A través de este proceso, se pretende lograr la inserción académico laboral del individuo, contribuyendo a mejorar su calidad de vida”, subraya la Lic. Ciampa que trabaja en equipo con la neuropsicóloga Eugenia López de manera transdisciplinaria.

También se trabaja con este tipo de pacientes desde otro tipo de actividades como Mindfulness y Musicoterapia. El Lic. Martín Reynoso, coordinador del programa de Mindfulness de INECO sostiene que este entrenamiento fortalece las redes atencionales de las personas con TDHA y favorece el manejo más efectivo de los estresores y las emociones cotidianas a través de ejercicios prácticos y audios-guías para el hogar.

Por otro lado, desde el Departamento de Terapias Basadas en las Artes, la Lic. Marcela Lichtensztejn explica que la Musicoterapia está indicada tanto en niños, adolescentes como adultos con TDAH por sus beneficios en las tareas de planificación, organización y ejecución, control de impulso, cognición social como así también por su efecto positivo en la extensión e intensificación de los períodos atencionales. “El trabajo centrado en la improvisación instrumental y en el canto tiene efectos beneficiosos en niños y adolescentes con ADHD porque demanda una mayor activación de las funciones atencionales además de los aspectos emocionales y psicosociales involucrados en el hacer musical”, enfatiza la Lic. que dirige el Servicio de Musicoterapia de INECO.

Fuente: Fundación INECO