Todos los días el mismo día: el tiempo en cuarentena. Especialistas explican cómo se altera nuestra percepción cronológica con el encierro. Presente en expansión y un calendario que transcurre más lento.
La pelicula El Día de la Marmota, ese hit ochentoso en el que el siempre melanco Bill Murray quedaba atrapado en una jornada que empezaba una y otra vez, es la metáfora empleada por muchos para comentar las sensaciones de la cuarentena. Especialistas en estudios cognitivos explican cómo se altera nuestra percepción del tiempo con el aislamiento y cómo regularlo.
Cada vez anochece más temprano, pero los días se sienten más largos. Las mañanas se siguen y se parecen entre sí, a veces es difícil diferenciar en que día de la semana nos encontramos. «Parecería que el tiempo transcurre más lento, según reportan las personas que alertan sobre su distorsión», afirma Pedro Bekinschtein, director de Investigación de la Fundación INECO, y agrega que principalmente esto se debe a la carga cognitiva que tenemos, ya que ahora estamos realizando más tareas en el mismo intervalo que las que hacíamos cuando no estábamos aislados. Al trabajo habitual se sumaron las responsabilidades de la casa, el aprendizaje sobre el uso de una comunicación virtual, las reglas de higiene, etcétera. Por ende, nos vemos obligados a tomar más decisiones que antes. Asimismo, la falta de visibilidad de una fecha final del encierro y la pandemia acentúa la impresión de que el tiempo se está extendiendo.
Paradoja temporal
Una de las paradojas es que, a pesar de que el tiempo parece ralentizarse en el presente, se comprime en el pasado, explica el informe de INECO. Cuando queremos recordar lo que hicimos ayer o antes de ayer, parece que no hubiéramos hecho nada. Todos los días se asemejan entre sí, lo que hace que nuestros recuerdos se hagan generales y contengan pocos detalles.
La cuarentena acrecentó la sensación de que «el tiempo no pasa más» debido a la falta de estímulos nuevos durante nuestra jornada. Por este motivo, una de las herramientas que recomienda Bekinschtein es forzar que ocurran sucesos nuevos o eventos novedosos a lo largo del día. Por ejemplo, estudiar un idioma, mirar una película, leer un libro.
«Mantener una rutina en la que se realicen actividades a la misma hora para señalizarle al cerebro qué hora es, resulta primordial«, sugiere. Una sociedad que está habituada a centrarse en el futuro, hoy tiene otro desafío: vivir permanentemente en el presente.
Consejos para gestionar la jornada laboral
Administrar las horas en cuarentena no es fácil. Algunas recomendaciones son:
- Empezar por aquellas actividades que son prioritarias
- Definir un esquema horario: reconstruir una rutina, racionalizar el tiempo es fundamental para ser productivos.
- Trazar un mapa del día: qué es urgente, qué es importante y qué puede esperar a mañana.
- Hay que ser realistas para evitar que nos terminemos bloqueando.
Fuente: BAE Negocios – El diario Nuevo Día – Bae – Clarin – MSN Noticias